Leer 60 libros en un año
14 minutos de lectura
Me gusta leer libros. En 2012 empecé a usar sitios web para anotar lo que estaba leyendo y conectar con otros lectores. Primero usé LibraryThing y después Goodreads. Este último te permite definir un reto de lectura para el año y seguir tu progreso. Así que sé que en 2017 leí 24 libros, 31 en 2018 y 36 en 2019. Fundamentalmente estaba leyendo libros relacionados con temas del trabajo tales como agile, psicología, cultura o liderazgo, y estaba contento con mis registros de lectura.
Year | Challenge | Books |
---|---|---|
2015 | No challenge | 9 |
2016 | No challenge | 19 |
2017 | 15 | 24 |
2018 | 18 | 31 |
2019 | 35 | 36 |
2020 | 60 | 60 |
No tan solo estaba leyendo sino que estaba aprendiendo con los libros. En 2017 estaba trabajando con mis amigos Jaume Jornet y Pablo Domingo y ellos me iniciaron en el hábito de tomar notas mientras leo y hacer resúmenes al final. A eso lo llamamos “cerrar el libro”.
Mi colega Richard Haywood me dijo que él había conseguido leer 60 libros en 2019. Eso quería decir leer más de un libro a la semana y me parecía una locura, pero con la pandemia, el confinamiento y mi larga lista de libros a leer me pareció una idea a tener en cuenta.
Lo que he aprendido
Terminé 60 libros en 2020 y aprendí unas cuantas cosas durante el proceso. Creo que aprendí más sobre mí mismo que de los libros. Vamos a verlo.
Se puede hacer
Empecé el año con un reto en Goodreads similar al que había conseguido el año anterior, pero un poco más conservador: Quería leer 24 libros. La media de los usuarios de Goodreads está por encima de 40, pero dos libros al mes me parecía razonable. Tenía una lista de libros por leer muy larga y tenía libros comprados que ni había abierto.
Cuando empezó el confinamiento, teniendo más tiempo para leer, vi que podía conseguir mi reto mucho antes de lo esperado y lo aumenté a 36, 3 libros al mes, viendo el número 60 como algo inalcanzable. En verano me dije que quería leer 60 pero no me atreví a comprometerme en Goodreads: no quería fallar. Me decía a mí mismo que si aspiraba a 60 pero conseguía 40 ya sería un éxito, pero una voz interior tenía miedo al fracaso. También era consciente del riesgo de seleccionar libros más cortos y rechazar otros más largos para conseguir el reto, aunque los largos fuesen más interesantes.
Mi selección de libros era importante para me, así como mantener mi práctica de lectura: notas, resumen, reseña,… Compartiré mi hábito de lectura y las herramientas que uso en otra ocasión.
Cuando llegué a un ritmo en el que finalizaba un libro cada domingo fue un respiro: me daba un ritmo y era mucho más fácil decidir que leer a continuación ya que solo iba a durar una semana. También era bueno saber que el siguiente libro estaba cerca.
Estaba terminando libros que llevaban años en mi lista de deseos. Kindle, libros comprados hacía tiempo y comprar libros usados hizo el coste no fuese para preocuparse.
Puede que tuviese suerte en mi selección de libros porque no encontré ningún libro “bloqueante”, esos libro que me hacen odiar la lectura. No sucedió en 2020.
En noviembre fue cuando dije que leería 60 y terminé el número 60 el mismo 31 de diciembre.
No es una buena idea
Algunas personas dicen que puedes leer 200 libros en un año solo con usar menos redes sociales [1]. También hay gente que da consejos para conseguir ese objetivo, com substituir libros por audiolibros y escucharlos a 1.5x, a más velocidad [2]. Si tu objetivo es leer más libros, esos consejos te pueden funcionar, pero ese no era mi objetivo.
Me gusta leer libros. Me resulta gratificante. Disfruto entendiendo, aprendiendo, conectando ideas y compartiéndolas. La gente que conozco con buenas ideas las han construido sobre otras ideas que han encontrado en libros, y a mi me gusta ir a sus fuentes. Yo tengo claro porqué leo, para disfrutar de la lectura [3]. Y no me interesa leer más rápido o tomar atajos. And it’s not about fast reading or taking shortcuts. Disfruto más con “leer libros” que con “haber leído libros”. Es el viaje, no solo el destino.
Cuanto más leo más disfruto… hasta cierto punto. Poner un objetivo para el año me añadió más estrés, un estrés autoimpuesto. Empecé a estar obsesionado con leer, sobretodo durante el fin de semana. Dejé de hacer otras cosas porque tenía que leer. Me creó una obligación que resultaba incómoda. Era consciente de la incomodidad y estuve considerando fracasar en mi reto y conseguir 58 libros o así para darme una lección: “puedes fallar, no es malo, y aún así has leído un montón de libros”. Pero al final no me permití fallar y tragué con la presión, la culpa y el estrés.
Estoy encantado de haber conseguido mi objetivo, y reconozco que fue una idea terrible. Quiero leer mucho, pero no necesito leer 200 libros al año.
La sensación de estar leyendo siempre el mismo libro
Algunas veces durante 2020 tuve la sensación de que ya había leído libro que estaba leyendo. Muchos libros usan los mismos ejemplos y describen la misma tesis pero añadiendo algún detalle. Me ha pasado con algunos libros de negocios o libros de cultura organizacional. Ahora sonrío cuando me encuentro otra referencia más a W. E. Deming, W. L. Gore, Toyota, Tesla, Southwest Airlines, Semco, Patagonia, los Hoteles Ritz o Morningstar.
Me gusta mirar las referencias bibliográficas al final de los libros. Esos que se parecen comparten muchas. Las he ido añadiendo a mi lista de libros a leer como Flow de Mihaly Csikszentmihalyi, Mindset de Carol Dwek , Drive de Daniel Pink o Influence de Robert Cialdini.

Para evitar tener la sensación estar leyendo siempre el mismo libro, aparte de ir a las fuentes originales he añadido diversidad a mi lectura, aceptando recomendaciones y equilibrando mis diferentes intereses. Me he unido al club de lectura de la oficina de Londres de mi empresa y he aceptado otras recomendaciones, añadiendo libros de filosofía, dibujo y coaching a los de cultura, negocios y cambio.
Añadir diversidad a tu lista de lectura es bueno.
Todo el mundo vende algo
Algo que descubrí en 2020 que puede ser obvio para mucha gente es que todo el mundo que publica un libro trata de vender algo. Puede ser su compañía, su producto y un contrato de consultoría. Puede ser su prestigo o su gran idea, pero están buscando algo.
Hay buenas ideas enpaquetadas en libros muy largos porque necesitan tener una cierta longitud para poder poner un precio razonable. Y hay libros que parecen tan similares que no sabes como distinguirlos: El poder de los hábitos, Buenos hábitos, Hábitos atómicos, …
Bueno, puede que esté generalizando, pero pensar así me ayuda a tomarme los libros con cautela. Me hace consciente de que el autor me puede estar mostrando un imagen parcial y puede que ni sean conscientes de ello.
Me influye la reputación del autor o otros mitos sobre marcas o países. Tengo que estar atento y mantener a mi crítico despierto.
Depende de tu contexto
Podemos leer exactamente las mismas palabras y entender cosas completamente diferentes. Un fragmento puede evocar una experiencia pasada para ti y puede ser aburrido para mi. Un libro puede ser transformacional para mi porque construye sobre algo que he aprendido y pude no tener ningún efecto en ti.
El efecto de un libro, o de cualquier otra experiencia, depende del contexto que tienes cuando lo estás leyendo, tu entorno, condiciones de vida y experiencia previa. Es muy difícil recomendar un libro.
Combinar la lectura con otras actividades
Si mi propósito es aprender, la lectura es solo una de las formas de conseguirlo y dedicar todo mi tiempo solo a la lectura sería una mala idea. En el 2020 también empecé a escuchar podcasts, a cuidar de mi salud haciendo ejercicio, a hacer meditaciones guiadas e incluso me sumé al Advent of Code, un reto que consiste en resolver problemas de programación cada día del 1 al 25 de diciembre, añadiendo más estrés a mis navidades.
También me uní a algunas conferencias virtuales, pero hacia el final de año ya sabía que no funcionaban para mi.
Los libros son solo un aspecto del aprendizaje y es bueno añadir variedad.
Lo que hice bien
Me gustaron la mayoría de los libros que leí en 2020. Mantuve mi disciplina de aprender y mantener intacto mi hábito de lectura. Fue bueno empezar con libros de filosofía. Me gustó unirme al club de lectura y disfruté compartiendo mis intereses. También me influyeron otras recomendaciones de las que me siento muy agradecido. No me compré ningún libro que no me leyera durante el año y vacié una gran parte de mi lista de libros a leer. En el pasado era normal que me comprase libros inmediatamente después de que me los recomendasen pero en 2020 me contuve y solo los compraba “just in time”. Los japoneses tienen una palabra para acumular libros sin leerlos, tsundoku [4]. Cuando compras un libro no compras el tiempo para leerlo.
También fui consciente de mi compromiso mental para leer libros. He visto usuarios de Goodreads que cada mes leen un par de libros y añaden cuatro a su lista de “para leer”. Esa lista nunca va a dejar de crecer. Trato de mantener mi radar de lectura tan limpio y priorizado como puedo.

Lo que haré diferente
No quiero leer desde la obligación. Quiero leer más clásicos y literatura. Quiero leer novelas de ciencia ficción o libros de fantasía. Quiero leer más en catalán y castellano. Quiero releer libros. Quiero ser capaz de abandonar un libro si no me gusta. Quiero digerir y reflexionar sobre que leo. Puede que quiera leer menos.
En 2021 quiero disfrutar leyendo2.
Toni Tassani — 2 de mayo de 2022
Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 29 de marzo de 2021 en la intranet de la compañía.